sueño que sueño
Estaba sólo en mi casa, Paula se había ido a la costa a levantar una casa de su centenario abuelo, hacía mucho tiempo que no dormía solo, y aunque estaba a mis anchas viendo tele y comiendo en la cama, sentía una extraña sensación de intranquilidad. Hacía mucho calor y el ventilador no podía alivianar mi incomodidad.
Vencido por el sueño y el calor apagué la tele para dormir, pero exactamente en ese momento, cuando uno decide dejarse vencer por el sueño, la vigilia hace su último intento por mantenerte despierto, y te da unos momentos mas de vacío, es allí cuando uno comienza a pensar en demasía y sigue retrasando aun más la llegada del tan ansiado descanso. Consciente de estas trapisondas de la vida, dejé fluir mis pensamientos sin darles ninguna importancia. Y me dormí. Al menos unos minutos o segundos. Escuché unos extraños ruidos en el exterior de mi casa, que en primera instancia supuse comunes a los ruidos de la calle, pero luego unos pequeños golpes intermitentes y regulares me hicieron sentir algo de miedo, eché un vistazo por la ventana pero no pude divisar nada extraño.
Cerré los ojos. Y dormí intermitentemente, e incomodado por el calor que me hacía transpirar.
Estaba en una extraña casa, muy grandes y sin divisiones, como un galpón o estructura rectangular subdividida en ambientes pero sin paredes, los techos eran bajos, y la iluminación se asemejaba mas a un lugar público que a una casa particular, la cama estaba junto a una ventana con persiana americana, por la que se traslucía una luz de un nuevo día que acababa de comenzar. Me despierto, y Paula esta a mi lado. Escucho sonidos raros, la despierto, y me levanto, y lentamente camino hacia el sitio donde creía que se habia originado el ruido; en ese momento veo salir de la cocina con un vaso de agua y en calzoncillos a mi papá, quien había muerto hace 6 años, Paula estaba a mi lado, yo me quede inmóvil. Papá nos vió y puso cara de incomodidad y vergüenza por estar semidesnudo, pese a lo cual, nos saludó amablemente. Ni ella ni yo contestamos. Papá se despidió y con su vaso de agua fría volvió sobre sus pasos. Al conocer el origen de los ruidos, aunque fuera inverosímil, volví a la cama e intenté nuevamente dormir, no se si en estado de vigilia o en el sueño pienso que lo que acaba de suceder no era posible, no podía actuar como si nada hubiese pasado, acababa de ver a mi papa y no le había dicho nada, ni a Paula. Por lo que me convencí que era un sueño, y nuevamente me dormí pero con el objetivo de volver a soñar y ver a mi papá para hablar con él, sentí bronca de no haber hecho fluir ese encuentro y haberlo cerrado abruptamente, me culpé por no haberle dicho nada, al rato estoy intentando “soñar” la continuación de lo que acababa de vivir.
Pero la película va para otro lado…no logro encontrar el hilo conductor, frustrado pienso en Paula, quiero estar con ella … me encuentro haciendo el amor con Paula, de una manera que nunca lo había hecho, con una habilidad extraña en mi, un dominio de cuerpo aun más extraño, me movía como si estuviera en una gravedad muy inferior a la que existe, como si estuviera en otra dimensión, mi cuerpo se movía de manera liviana y ágil. Pero casi llegando al clímax me despierto sobresaltado.
Otra vez ruidos raros, aunque el sueño no le dejó espacio a mi miedo y me dormí nuevamente, aunque con el vértigo de sentir que algo iba a ocurrir.
Me levanto . Se estaba haciendo de noche, y voy a ver a unos amigos que tenían un restaurante, quería contarles lo que había soñado, primero con papá y luego con Paula, sobre lo primero, lo gracioso de la situación, y en los segundo por la intención de soñar con ella y mi asombrosa performance. Siempre habíamos hablado de soñar intencionalmente con algo del sueño inducido, Cacha una vez contó que existían ejercicios para poder soñar cosas que uno quisiera, pero nunca me los acordaba.
Llegué a un lugar que no conocía, o al menos no lo pude reconocer, Rodrigo y Pato se disponían a comer con todos los empleados en una gran mesa puesta en una terraza, por lo que me acomodé en una silla y escuché las bromas que se hacían todos entre todos. Estábamos sentados en ronda y en un momento todos teníamos que presentarnos y decir nuestro nombres uno a uno. Muchas risas, chistes internos que trataba de interpretar….
Ya es de noche, sigo en el restaurante? Al salir a la calle noto que estoy en un lugar como de veraneo, mucha gente en la calle y en las terrazas del restaurante, camino por las calles refrescándome el sopor del vino tinto con el aire fresco de mar, voy a buscar el auto y no lo encuentro, me disgusto por olvidarme siempre del lugar en que dejo el auto y sigo caminando suponiendo que estaba en la otra cuadra, pero caminé unas 5 cuadras, sabiendo que era imposible que lo hubiera dejado por allí, pero negando la posibilidad de que hubiera desaparecido, las zona comercial había terminado y ya se convertía en un campo oscuro y desolado, giré y vi las luces del restaurante, volví , en la puerta me encuentro con Alberto, un viejo amigo del colegio, a quien le cuento lo del auto , entro con el, veo que está Gabriel y su flia con otra familia comiendo, me mira , sonríe y se levanta a saludar, le cuento a gabriel lo del auto, y en ese momento cuatro personas nos rodean, tenían una apariencia extraña, como gitanos o turcos, con ropas con colores brillantes, y cadenas y pulsera de oro. Le ofrecen a Alberto una cajita con un especie de extraños dulces orientales mientras le dicen cosas extrañas sin sentido, en castellano pero con un acento extranjero. Alberto entiende enseguida lo que estaba ocurriendo, tenía esa habilidad de sacar al toque a las personas sin ninguna información, al darme de cuenta de esto, intenté entender yo también lo que estaba sucediendo, por el lenguaje coporal de Alberto y los extraños, y el extraño ofrecimiento de dulces, imagino que es un código, o algo similar, como invitando a negociar las condiciones de la devolución del auto. Pero una vez que la historia me cerró, me violento y les exijo la devolución inmediata del auto. Eran un señor de unos 65-70 años con un robusto hombre de unos 40 y dos mas jóvenes que no parecian muy lúcidos.
Cuando levanto la voz, el viejo me mira fijo con sus ojos grises casi transparentes a mis ojos, y me hace callar, Alberto me toma del brazo y me aparta del viejo e intenta negociar él; pero al cabo de un rato y sin lograr ningun acuerdo, yo estaba un poco mas tranquilo y le pido , al oído, permiso al viejo para hablar a solas con el, salimos a un pequeño patio interno donde no había nadie, le digo que si intentaba sacarme dinero no lo iba a lograr porque sencillamente no tenía nada para darle, el auto tampoco era de gran valor, por lo que no tenía nada para ganar, pero el imperturbable me empieza a decir cosas de mi vida privada, de mi familia, amigos con nombres, pero no como si me hubiera investigado, sino leyéndome la mente, yo quedé petrificado del terror. Me agrega que voy a tener que pedir plata prestada si quería recuperar el auto, y dió media vuelta y se dirigió a la puerta a volver con sus compinches, en ese momento mi furia resurgió, y lo agarré del cabello y empujé su cabeza hacia la pared, el tipo cayó desplomado, lo había matado, yo no podía creer lo que había hecho, y como una catarata me aparecieron las consecuencias inmediatas de lo que acababa de hacer, el grandote se iba enojar y yo estaba perdido…le reviso los bolsillos, como en busca de un arma o algo, encuentro sólo una especie de encendedor gigante, de color blanco, con un boton, no supe que era, apreté el boton y salió un pequeño rayo de chispas, deduje que era una especie de paralyser. Tenía que tomar una decisión urgente, no se con que valentía entro y me dirijo al gordo y le digo: vamos para allá, señalando el patio, cuando atraviesa el umbral de la puerta y antes de que vea al viejo tirado, le pongo el paralyser en la nuca y aprieto el botón, pero al parecer no era muy potente porque se dió vuelta e intentó golpearme, pero sus movimientos parecían en slow motion, por lo que cerré mi puño y le puse un directo a la nariz que lo volteo, ya en el piso lo patié.
Con la adrenalina a full entro y le digo a los dos perejiles:
Ya arreglé todo, dijo que me traigan el auto acá y él los esperan abajo,- lo dije con tanta seguridad que agregué:
Me asustaron guachos…pero bueno ya está, ahora váyanse con la guita y no jodan más…sonrieron y fueron hacia la calle.
Yo sin poder entender lo que estaba haciendo espero en la vereda que me traigan el auto, pero después de un rato mis nervios explotaron me escondí detrás de un auto para no ser visto tan fácilmente.
A través de las ventanas del auto veo que viene mi auto, y viendo que estaba a punto de terminar con esa pesadilla, de la que sólo faltaba el final, me tranquilizo sólo un poco. Cuando se va acercando y estaba a punto de salir de atrás del auto veo que hay cuatro personas en el auto, entre ellos, el viejo y el gordo…
Mi corazón estaba a punto de estallar y salí corriendo, fuí en busca de ayuda, quería ir a la policía, a unas cuadras había una camioneta policial subida a la vereda en una pequeña casa, no sabía si alguno de los cuatro me había visto, pero toco la puerta y sale un joven, le cuento lo sucedido brevemente agregándole que me estaban buscando para matarme, el poli parecía un fumeta, y sin dudar toma su arma. Le pregunto si no tenía un arma para mi, y el me dice: Apunta con los dedos…
Mira por la mirilla de su puerta y me dice : AHORA! Sale apuntando al frente y yo con las manos unidas y apuntando con mis dos índices, al salir vemos a los dos perejiles, que ante nuestra rápida salida se asustaron, y rápidamente nos subimos a la camioneta-patrullero y arando salimos a toda velocidad.
Después de unas cuadras volvimos al restaurante donde todo se había iniciado y al llegar vemos que había dos móviles policiales con las sirenas ululando. Al bajar veo que habían detenido a los cuatro. El viejo y el gordo me miran sonriendo. Este último me felicita y me dice:
Me caes simpático, y metiendo su mano en una carterita me da unas llaves de auto bastante modernas, le digo, éstas no son las de mi auto, busca otras, me las da y le pregunto donde habían dejado el auto. Allí se produce una ingenua discusión sobre el nombre de las calles, el viejo decía que se llamaba x y el poli que se llamaba y.
Vuelvo a estar en la cama con Paula, le digo que estaba solo y sentía miedo, había soñado con papá, y me interpreta que estaba buscando seguridad, consejo etc. y me habla de mi situación personal, de la falta de trabajo etc.
Estoy haciendo el amor con ella, pero cuando abro los ojos veo que ella tiene dos cabezas, le digo que eso no estaba bien, me despierto en el sueño e interpreto que soñar sin habilidad puede ocasionar desperfectos, o deformaciones o miedo.
Sueño de nuevo con Paula, ella sabe que estoy en un sueño y como intencionalmente, tenemos el mejor sexo de nuestras vidas, acabo…
Me despierto. La cama esta mojada.
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