Reflexiones de un sabado en la capital de la fe
A la cofradía de la Bota Tinta
Séneca decía que lo único necesario para ser feliz eran: amigos, libros y un jardín.
Yo agregaría un par de cosas mas, pero esta máxima no deja de tener un alto grado de veracidad.
Me junto con amigos menos de lo que quisiera, leo menos libros de los que quiero leer, y no tengo jardín.
O sea, con los dos primeros items estoy en deuda, o al menos eso es lo que siento, y con el tercero debo
conformarme con los jardines ajenos. Por lo que concluyo que no estoy cumpliendo las condiciones
de Séneca para la felicidad.
Por qué será que uno no se permite las cosas que lo hacen feliz tanto como quisiera. Me pasa de ir cada tanto al cine, y al salir decirme: tengo que ir al cine todas las semanas. Y pasan los meses y sigo sin ir. Lo mismo me pasa cuando me junto con amigos que conozco hace añares, nos juntamos, tenemos esos instantes de felicidad, prometemos ponernos las pilas para hacerlo mas asiduo, y los meses pasan.
La soledad no es una buena amiga supongo, pero me gusta. El problema es que se transforma en una monstrua absorbente, que no te permite abandonarla. Pero como todas las cadenas se pueden romper, uno cada tanto la deja sola a la sole, y que se pudra sola.
Pasa despues que uno siente culpa de haberla dejado, y en los días siguientes uno prefiere acompañarla. Gran Error. Hay que dejar que se independice, que aprenda a quedarse sola.
Y uno estar acompañado por gente linda.
un saludo para los caballeros, sus mujeres, los niños que llegaron y los que estan por venir.
Salud!!!
2 Comments:
no entiendo como se justifica el texto
maldicion!!! encima estoy solo!!
jajaja, te mando un abrazo fraterno Martín, un abrazo con sonrisa de saber que existen compañías que te dan ganas de abrazar y sonreir.
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