el jardin de martin

en busca del sentido

19 de marzo de 2008

Sonrisa robada

Hoy, en el bondi, camino a mi clavo y cruz, el viaje se me hizo corto, y encima una sonrisa se apoderó de mi alma. Leyendo "Para Esmé, con amor y sordidez" no pude evitar sonreir, y con ganas, de este cuento que no tiene nada de gracioso. Solo fue un instante de éxtasis, como cuando uno esta frente a un paisaje que te enmudece un buen tiempo, y sólo te provoca reir de felicidad, de satisfacción. Ojalá algun día me encuentre con una Esmé y su hermanito Charlie y sonría con ellos.