el jardin de martin

en busca del sentido

11 de junio de 2008

ella se escribe con X

Y así, como quien no quiere la cosa, mi oscuro invierno finalizó, una musa inesperada se apareció, de sorpresa, de repente. Y todo cambió, mis horas cambiaron de colores, de escala de grises a technicolor, y fui con todo, y me sorprendí, de sentir, de vivir otra cosa, nuevamente. Coincidencias increíbles que provocaron un encuentro freak, que siguió con otro encuentro culinario múltiple, y que terminaron en un fin de semana juntos pero no tanto, y un interrogante rabioso provocó un encuentro mas, y otra comida y Dylan y una decisión y un beso infinito.
Y aca estoy medio knockeado por la situación. Emborrachado como decía aquella vez. No lo esperaba, créanme que no, pero eso lo hizo aún mas intenso.
Ella se escribe con X